(J. M. Ballester Esquivias su ALBA) De entrada, Roberto de Mattei quiere aplacar la última polémica en la que se ha visto envuelto y que, por su intensidad mediática, casi desbanca de los titulares al mismísimo Silvio Berlusconi, que ya es decir. DeMattei nunca dijo que la catástrofe natural y atómica que está asolando Japón desde el 11 de marzo fuera un castigo divino. Lamenta que hoy se tienda a presentar a Diosmás como infinitamente bueno que como infinitamente justo. PDF